Participar en la creación de las normas de la clase,
entendiendo su sentido y la necesidad de respetarlas para el beneficio propio y
de la convivencia en el grupo, es este año uno de nuestros objetivos.
Os vamos a contar cómo hemos elaborado nuestro “código de
aventureros”, reflexionando de forma conjunta a partir de un incidente en el
patio.
Un día, dos amigas de la clase se insultaron feamente
mientras jugaban en el recreo. Las dos llevaron esta queja a la asamblea, cosa
que nos llevó a hablar sobre el respeto a las personas, y sobre cómo nos gusta
que nos traten para sentirnos respetadas/os.
Al día siguiente, retomamos este asunto, y nos dividimos por
grupos para recoger lo que entendíamos por tratar con respeto. Cada grupo
expuso públicamente sus ideas después.
Esto nos llevó a conversar sobre la importancia y necesidad
de crear unas normas compartidas. Al exponerlas
nos dimos cuenta de que la mayoría de ellas se repetían, por lo que decidimos
crear un único texto para ponerlas juntitas. Finalmente revisamos si había
alguna que pudiera faltar, y Susana incluyó las dos últimas.
Nuestro código recoge todo lo que nos hace sentirnos a gusto
con nosotros mismos y con los demás en la escuela, y es el siguiente:
- · Tratarnos bien
- · Jugar
- · Divertirse
- · Ser amigos y amigas
- · Compartir y ayudar
- · Dar besos y abrazos
- · No pegar
- · No empujar
- · No decir palabrotas
- · No insultar
- · No reírse de los están llorando
- · Aprender
- · No hablar cuando otro está hablando
- · No salir de la clase sin permiso
- · Hablar más bajito, sin gritar.
- · Desplazarnos sin correr en la clase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario