Agustín papá, nos mandó muchos besos desde allí, y prometió que vendría a visitarnos para agradecérnoslo en persona. Así fue, dicho y hecho, en cuando estuvo recuperado, vino a contarnos qué le había pasado junto con Estefanía, la mamá.
Nos ha servido de recuerdo sobre algunas cosas que aprendimos sobre el cuerpo humano el año pasado, aunque también nos ha abierto algunas dudas sobre las transfusiones de sangre.
Lo más importante, del rato tan agradable que hemos pasado juntos es que hemos comprobado que Agustín es un campeón por haber lucha por su vida, que los médicos son muy importantes porque pueden salvarte en caso de necesidad, y que hay personas muy generosas que donan sangre, porque la sangre es vida para las personas.
¡Gracias familia de Agustín!
¡Y mucha salud!
No hay comentarios:
Publicar un comentario